La calificación energética es una evaluación que mide cuán eficiente es un inmueble en términos de consumo de energía. En otras palabras, nos indica que tan bien está diseñado y construido un edificio o departamento para utilizar la energía de manera eficiente. Esta calificación se obtiene a través de un proceso de evaluación que toma en cuenta factores como el aislamiento térmico, la iluminación, la climatización y otros sistemas relacionados con la energía.
Es un requisito legal que los inmuebles que se ponen a la venta o se arriendan cuenten con un certificado de eficiencia energética. Este certificado proporciona información importante a los futuros compradores o arrendatarios, ya que les permite conocer cuánta energía consumirá la propiedad y, en última instancia, cuánto costará su funcionamiento en términos de servicios como la electricidad y la calefacción.
La calificación energética se representa en una escala que va desde la letra A (más eficiente) hasta la letra G (menos eficiente). Un inmueble con una calificación A será altamente eficiente en términos de energía, lo que significa que su consumo energético será bajo. Por otro lado, un inmueble con una calificación G será menos eficiente y, por lo tanto, podría resultar en costos más altos de energía a largo plazo.
En Chile es un requisito legal. En Perú es opcional.
A continuación, en el siguiente video se explica cómo se realiza su carga dentro del sistema.